El Blog de Pecarí

martes, abril 26, 2005

Amable agradecimiento

Pecarí desea aprovechar este medio de libre expresión para mostrar su más profundo y sentido agradecimiento, a aquella persona que se robó uno de mis tubos que van del tanque de gas al regulador. El otro tanque ya se acabó, y por ende, Pecarí no tiene agua caliente ni forma de cocinar.
Hoy en la mañana, ante la primaria necesidad del baño diario, y en su negativa de bañarse con agua fría, Pecarí (que tampoco tiene parrilla eléctrica) decidió experimentar calentando agua en su microondas y recurrir al ancestral sistema del baño "a jicarazo". En estos instantes, que ya va a dar el medio día, siente una rara picazón en su cabecita, tal vez por residuos de shampú y/o jabón.
El presente agradecimiento a esa personita se debe a que gracias a él o ella, Pecarí reflexionó sobre la importancia de los servicios como el agua y el gas. Los cuales son recursos preciosos y hay que utilizarlos con respeto y moderación. Por supuesto uno no piensa tanto en ellos hasta que sucede una situación como la que le acabo de exponer.
Y usted querido lector, ¿reflexiona sobre estos importantes temas?

Cartita a Tlaloc

Señor Dios Tlaloc
Dirección General de Precipitaciones (División Azteca)

Estimado Dios Tlaloc,

Por medio de la presente le envío un saludo muy cordial y al mismo tiempo quisiera exponerle una problemática que deseo considere. Mi nombre es Pecarí y soy ciclista; esta misiva va a nombre de todos los ciclistas. Como usted sabe, nosotros los ciclistas realizamos una labor muy loable al reducir las emisiones contaminantes, y por ende quisiera que se nos reconozca nuestra labor.
Por parte de usted, quisiera que considere realizar sus actividades concernientes al envío de precipitaciones de cualquier tipo durante la madrugada, ya que así evitará accidentes y que nosotros los ciclistas podamos circular con mayor comodidad y seguridad. Si usted requiere de algún tipo de sacrificio, le solicito me notifique por este mismo medio, junto con las instrucciones de cómo llevarlo a cabo.
Sin otro paricular de momento, agradezco profundamente la atención que se sirva a la presente, quedando ante usted,
Atentamente
Pecarí
___________________________________
Ya está! a ver si ahora sí con esto ya no me llueve. Mis pobres calcetincitos siempre acaban hechos una porquería, igual que toda mi ropa, y ya el jabón me está empezando a salir caro. Además cuando pasa un coche por un charco de agua toda me moja. ¡Ay!, ojalá que Tlaloc me responda pronto! Sino, voy a tener que buscar al Máximo Dios Bicicletero para que me eche una manita.

viernes, abril 22, 2005

Caperucito Azul y La Pecarí Feroz

Había una vez en un bosque lejano lejano, una Pecarí Feroz en búsqueda de su próxima víctima (masculina por supuesto). Se preguntaba una y otra vez "¿Dónde estará, dónde estará, mi próxima víctima a quien mis colmillos he de enterrar? ¿será un paseante casual o un príncipe real? Cualquiera que sea, aparécete YA!"
Mientras tanto, del otro lado del camino venía caminando Caperucito Azul, quien llevaba galletitas y manzanas a su abuelita que vivía en otro lado del bosque. Al ver Pecarí a Caperucito Azul, piensa: “mmm ¿quién será, quién será este joven de azul que del otro lado vendrá? ¿Estará suavecito o será grasosito? En un momento Pecarí lo averiguará!”
Pecarí-Buenas tardes, gentil joven de caperuza azul.
Caperucito Azul-Buenas tardes, Pecarí de amplios colmillos.
Pecarí- ¿Podría preguntar A dónde te diriges con esa canasta?
Caperucito Azul- Voy a casa de mi abuelita a dejarle estas galletitas y manzanitas. Ella vive lejos, junto al Olmo viejo, cerca de la estación del metro.
Pecarí- Ah, muy bien hecho, Caperucito Azul, seguro tu abuelita muy orgullosa de ti está.
Caperucito Azul- Agradezco mucho el interés, pero mis galletitas pronto frías estarán. Si no te molesta, quisiera el camino andar.
Pecarí- Anda, anda! Caperucito Azul, sería una lástima dejar enfriar tus calientes galletitas que tu abuelita ha de esperar.
Caperucito Azul- Hasta luego, amable Pecarí, espero verte pronto por aquí.
Pecarí- Amable Caperucito Azul, ese es un deseo que pediré por ti.
Caperucito Azul- Y por cierto, no seas así, no me llames Caperucito, llámame Siniy.
Una vez que Caperucito se perdió entre los árboles, Pecarí se dirigió en su bicicleta a la casa de su Abuelita a toda velocidad. Obviamente llegó antes que él y con mucha emoción abordó a la abuelita:
Pecarí- Buenas tardes. Disculpe, ¿usted es la abuelita de Siniy?
Abuelita- Sí, así es. ¿Le puedo ayudar en algo?
Pecarí- Mire, no sé cómo explicárselo, pero su nieto se ve, híjole, ¿cómo se lo digo?
Abuelita- Sí ya sé. Se ve bien sabroso, todas me dicen lo mismo. La semana pasada estuvo por aquí la loba y casi me come viva! Ya no hay moral, caray.
Pecarí- No, la verdad es que no. Pero como yo no me la puedo comer, le he traído boletos para el bingo.
Abuelita- Ay, ahora sí me están dando donde me duele. Además, me urge una lanita, a ver si ahora sí me saco algo. ¿Te puedo encargar el changarro?
Pecarí- Señora, puede usted confiar en mí. Yo se lo voy a atender como se merece.
Abuelita- Bueno, ya me voy. Si pregunta alguien por mí, dile que fui a recoger unos arreglos de claveles para la fiesta de una conocida.
Pecarí- Excelente. Yo aquí la espero!

Por fin Siniy llegó a casa de su abuelita. Toca la puerta y Pecarí le abre la puerta disfrazada de la amable señora.
Siniy- ¡Hola querida abuelita! Te he traído unas galletitas y manzanas para hacerte compañía.
Pecarí- Mi querido Siniy, ¡con qué ansia te esperaba! Bota por ahí tu canastita.
Siniy- Pero te he traído manzanas frescas y galletas calientitas.
Pecarí- Al rato las comemos, mejor trae aquí tus lindas manitas.
Siniy- ¿Qué te pasa abuelita? Te noto rara y distinta.
Pecarí- Es que son los años, y te juro, me urge una compañía bonita.
Siniy- Momento!
Pecarí- ¿Qué ha sucedido?
Siniy- ¿Para qué son esos lentes?
Pecarí- Ah, son para verte mejor.
Siniy- ¿Y esta nariz?
Pecarí- Ay mijito, para olerte mejor.
Siniy- ¿Y esas pestañas rizadas y pintadas?
Pecarí- Para evitar los rayos del sol y verte mejor.
Siniy- ¿Y estas uñas con manicure?
Pecarí- Para no rasguñarte y tocarte mejor.
Siniy- ¿Y estas prendas?
Pecarí- Para que me veas bien,…bien mejor.
Siniy- ¿Y ese lipstick?
Pecarí- Para comerte mejor!
Siniy- Ahhhh! tú no eres mi abuelita. ¡Eres la Pecarí Feroz!
Pecarí- Así es, me has descubierto, tu abuelita no soy. Pero estás entre mis garras y ahora tu suerte vas a ver!
Siniy- Auxilio! Auxilio! Una Pecarí me ataca!
Pecarí- Tus gritos son inútiles, ya nadie te va a salvar.
Siniy- Si quieres te dejo mis galletitas, pero déjame escapar!
Pecarí- Yo no quiero galletitas, nomás engordan y hay que adelgazar!
Siniy- Pero estoy lleno de colesterol, y tus lindas venitas voy a tapar.
Pecarí- No me importan mis venitas, yo sólo te quiero atrapar!
Siniy- Aléjate, aléjate o a la policía voy a llamar!
En eso suena el celular de Pecarí y le ofrecen una promoción para una nueva línea de tratamientos para el cutis. En la confusión Siniy pudo escapar, y dejó a Pecarí sin cenar.

Pecarí-Chin! Otro que se me va vivo, caray!!!

jueves, abril 21, 2005

De compras!

A principios de mes, Pecarí fue invitada a la fiesta de cumpleaños de una amiga. El evento sería el sábado 2. Vio su guardarropa y dijo: “esto no está nada bien. Con lo que hay aquí no pesco ni la tos!... tengo que ir de compras!” Así pues se dirigió al almacén de prestigio ubicado en la calle de Durango, a escasas cuadras de su hogar.
Ya dentro del lugar empieza a ver y escoger algunas prendas, y cuando se echaba al brazo la quinta blusa (junto con las 6 faldas y 2 chamarras), una amable vendedora se le acerca y he aquí la conversación:
Vendedora-¿Le puedo ayudar en algo?
Pecarí-Ay qué bueno que viniste, tienes que ayudarme! Al rato tengo una fiesta y tengo que ir ¡espectacular! Así como para conseguir novio.
Vendedora-(pone cara de “ay en la torre”) ¿y cómo qué busca?
Pecarí- Cualquier cosa con lo que ve vea más alta, más guapa, más buena y sobre todo más buena onda.
Vendedora- (sus ojos reflejan un profundo “ya perdí mi comisión”) Bueno, mire, si quiere ir sexy, tiene que ir con minifalda. Está muy de moda.
Pecarí- Sí caray, con una blusita bonita. Mira, la verdad es que no me interesa mucho andar a la moda. Lo que quiero es verme bien guapa y que todos digan ¿quién es esa reina de allá? .Mira, ya llevo todo esto pero como qué otras cosas tienes?
Vendedora- (haciendo un tremendo esfuerzo por no reírse) A ver mire, de este lado hay más cosas.
Tanto la vendedora como Pecarí se pasearon por una muy buena proporción de la tienda hasta que llegaron a los vestidores con ambos brazos llenos de cuanta prenda se puede usted imaginar: blusitas sin mangas con lentejuelas, conjuntos de minifalda en rosa y verde manzana, chamarras de mezclilla, minifaldas de todos los colores y formas, etc., etc. No quiere leer la lista completa.
Vendedora-Bueno señorita, estoy aquí afuera por si necesita algo.
Pecarí-Sí, muchas gracias.
Después de un rato en el que Pecarí se probó casi todo…
Vendedora- (Al abrirse el vestidor primero suspira por ver tanta ropa tirada que al rato tendría que recoger, y sin querer se le sale un “ay”) Señorita, está todo bien?
Pecarí- (vestida en un conjunto como de tipo pana en rosa, y con cargo de conciencia por el “ay” de la vendedora) Ay mira, este conjunto está muy bonito, pero el saco me queda como corpiño de secundaria y la falda se me cae y se me ve todo, y ni modo de dar show gratis. Y mira, esta otra falda está bonita pero no me queda, está muy grande. Con esta parezco teibolera, y con esta otra parece que traigo un trasero de 80 kilos. Esta blusa de plano no me queda y esta no me gustó, me veo bien ñoña. Esta otra está súper linda pero me ahorca las axilas, ¿la tienes en mediana?
Vendedora- A ver ahorita le checo. ¿Y lo demás?
Pecarí- Esta faldita de mezclilla está bonita pero si estornudo se me van a ver las anginas. Esta blusa verde con rosa me encantó, pero como que no me cierra, como que voy a dar el botonazo y sacarle un ojo a alguien. Con esta otra me veo hecha un tamal mal amarrado, y así no voy a conseguir novio. Esta chamarra me encantó, las mangas me quedan larguísimas, pero me hace una cinturita bien bonita, así como si de veras tuviera y no me apachurra nada, esta sí me la llevo y nomás le doblo las mangas.
Vendedora- Sí, esa chamarra está muy bonita. Bueno entonces ¿se lleva esta, verdad?
Pecarí- Sí, ahora sólo me falta una blusita y la falda, y como la chamarra es de mezclilla, estaría chido hacer el conjunto con una chiqui chiqui falda de mezclilla también. A ver, vamos a ver las falditas que tienes!
Así pues, Pecarí vestida en el conjunto que no le quedaba, y con todas las etiquetas de fuera, salió con la vendedora y regresaron nuevamente al vestidor con 9 faldas. Todas de diferentes modelos y marcas.
Pecarí se las prueba todas y se decide finalmente por una recta sin muchos adornos. También se lleva una blusita rosa sin mangas con lentejuelas al frente. Posteriormente recoge toda la ropa y la acomoda en sus ganchos (pudo más el cargo de conciencia).
Vendedora- Entonces ¿esto sería todo señorita?
Pecarí- Sí, muchas gracias, en serio muchas gracias.
Vendedora- ¿Cómo es su forma de pago?
Pecarí- Débito
Vendedora- ¿No desea contar con la tarjeta de crédito de la tienda?
Pecarí- Híjoles, si con débito compro así, con crédito me vuelvo loca…
Vendedora- (nomás se ríe) Bueno está bien. Firme aquí por favor.
Pecarí- Claro… Agh! Ya es tardísimo en 15 minutos pasan por mi!!!

miércoles, abril 20, 2005

Mao Tse Tung y Pecarí sobre Religión

Mao Tse Tung- La religión es el opio de la sociedad.
Pecarí- Pero ¿apoco no es bien rico echarse un peyotazo de vez en cuando?
Justo el día de hoy que hay nuevo Papa es imposible negar que "Religion is in the air". Todo mundo habla sobre la iglesia católica y muchos otros temas. Pecarí opina que es muy bonito que todos puedan hablar con apertura y libertad sobre cualquier tema y bajo cualquier punto de vista. Usted, amable lector, podrá o no estar deacuerdo con una humilde servidora, pero cualquiera que sea el caso, le agradezco profundamente desde mi corazón, que permita expresar mi sentir con toda libertad.
Muchas gracias.

lunes, abril 18, 2005

El tormento de las gomitas Frugelé

Había una vez un hermoso país llamado Chile. Sus habitantes vivían pacífica y agradablemente entre el desierto más seco del mundo y icebergs con pingüinos. La gente pesca corvinas gordas y los turistas se deleitan con sus mariscos, vino y salmón.
Un buen día de verano, se acerca una extraña creatura a un supermercado. Su rostro muestra una determinación casi infernal, sus pezuñas se plantan firmes bajo el aire acondicionado del lugar. Y después de una pausa, Pecarí camina directo al pasillo de los dulces y golosinas.
En el anaquel yacían apacibles las bolsas de los diferentes caramelos y bombones, pero sin pensarlo, Pecarí arranca 4 bolsas de las más grandes que encontró de su tesoro más preciado: Las Gomitas Frugelé.
Las deliciosas gomitas de diferentes colores temblaron y se preguntaron con miedo: ¿qué creatura nos está llevando de nuestra apacible vida de anaquel con tanta desesperación?
Luego fue obscuridad para las gomitas por un par de días. No se habían dado cuenta cuando vieron la luz que estaban en tierras aztecas. Dos bolsas fueron vaciadas en un campo de concentración de vidrio. Cada gomita con su propia envoltura brillante trató de acomodarse lo mejor que pudo. En eso una gomita limón gritó: "oh no! Ahí viene Pecarí!", y sin pensarlo Pecarí se devoró un par de gomitas de frutilla (así le llaman a las fresas allá). La gatita Suki también quiere comer lo que Pecarí come. Un manzana dice: "pero qué crueldad, ahora le da un pedazo de una gomita amarilla a su gato, y el gato lo escupe... esto es demasiado". Limón se ofrece para proteger a sus compañeros, pero la pezuña es demasiado grande y en un puñado se lleva a todos sus vecinos. Su apetito es insaciable.
Cuando llegó la noche era tanta la devastación entre las gomitas, que las envolturas cubrían toda la mesa. La gatita Suki jugaba con una envoltura naranja, y esto terminó de indignar a las delicias chilenas.
Todas se organizaron y armaron una revolución dentro de Pecarí.
Al darse cuenta Pecarí de la masacre que había organizado, y de sentir la revolución, se llenó de compasión y firmó un trato con el embajador manzana: de ese momento en adelante sólo comería hasta 3 gomitas al día. Todos quedaron felices y dio pie para que esta historia continuara por un tiempo más.
Nota real:
Efectivamente en Chile venden estas gomitas llamadas Frugelé, que son muy buenas (muy, muy buenas). Cada gomita tiene su propia envoltura y venden bolsas medianas y grandes en los supermercados. Pecarí es sumamente fan de estas golosinas y este post es sólo un pequeño tributo a las muchas cosas buenas que tiene Chile. Por supuesto hay también muchas cosas muy buenas de otros países, que iré contándoles más adelante.

viernes, abril 15, 2005

Donación sanguínea

Hace algunos días en la oficina nos solicitaron nuestra cooperación para donar sangre a una pacienta del Hospital Español. Pecarí nunca había donado sangre en su vida, y pensó que esta podría ser una buena primera vez.
En su jocosa ignorancia, Pecarí decidió irse en su bicicleta, desde la Colonia Roma hasta el Hospital Español (Polanco). Iba muy nerviosa, porque ha de saber, querido lector, que Pecarí no tiene miedo a las inyecciones y agujas, les tiene tremendo PANICO.
Sale a las 7:50 de la mañana. En la calle de Tres Picos, frente a la Embajada de Canadá, choca contra un enorme abejorro que tuvo a bien escoger su pómulo derecho para ir a embarrarse y dejar a Pecarí todavía más nerviosa y asustada.
A las 8:10 llega al banco de sangre donde una amable empleada le da unas impresiones con información al respecto y una copia con la lista de requisitos para ser donador. Después de leer los requisitos, Pecarí piensa: “¡Chin! Sí soy elegible!”.
Empleada- ¿Cómo ves? ¿cubres los requisitos?
Pecarí- Ay sí. Tengo miedo. La verdad es que quería no cubrir los requisitos por que le tengo miedo a las agujas.
Empleada- No te preocupes, a todos nos da miedo.
Pecarí- No, es que realmente estoy temblando.
Empleada- Todo va a estar bien. No te preocupes. Lléname esta formita y ahorita te paso. Por cierto, ¿qué te paso en la cara?
Pasan a Pecarí a la salita donde hay 4 sillones, 1 tele, varios aparatos y un sinnúmero de juguitos de diferentes sabores. Sale una enfermera amable y cálida que explica el procedimiento. Primero sacarían una muestra para hacer una prueba rápida en la que se indicaría si de entrada uno puede ser o no donador. Si la prueba sale positiva, ya se sacaría la sangre para donar.
Mientras Pecarí esperaba en la salita, después de que le sacaran la prueba, se repetía una y otra vez: “Que no salga! Que no salga! Que no salga!” Para ese momento el nerviosismo era tal que su cuerpo empezó a reaccionar. A algunas personas cuando están muy nerviosas les empieza a temblar un párpado, pero en este caso a Pecarí le empezó a temblar un músculo que se encuentra en su pierna izquierda, arribita de la rodilla. Con su pezuñita izquierda se empieza a sobar, pero la temblorina no cede.
Empleada- Ya puedes pasar, la prueba salió bien.
Pecarí- (Chin!!!) ¿Está realmente segura de que salió bien?
Empleada- Sí, ya puedes pasar.
Pecarí- Ay… tengo miedo.
Enfermera- A ver señorita, siéntese y póngase cómoda.
Pecarí- Ay me puedo sentar, pero no me puedo relajar. Además me está temblando mucho este músculo de la pierna.
Enfermera- A ver… ay si es cierto! Le está temblando, ¡como si fuera caballo! No se preocupe, relájese, todo va a salir bien.
Pecarí- Sí, le creo que todo está bien, pero este temblor no se me quita y me pone más nerviosa, y en vez de que se me calme, cada vez se mueve más.
Enfermera- A ver, estire su bracito.
Pecarí- Está estirado.
Enfermera- Señorita, estire su bracito.
Pecarí- Le juro que está estirado.
Enfermera- A ver, le voy a jalar tantito.
Pecarí- Aaaaay. Tengo mucho miedo. Yo veo la tele. Yo veo la tele. Ay, es uno de esos programas de chismes chafas… no sea cruel, ¿no le puede cambiar por favor?
Enfermera- (cambiándole de canal con el control remoto) A ver, usted me dice…
Pecarí- A ver ahí, en las noticias. Ya con ver gente que está peor que uno, las cosas se ponen más fáciles.
Enfermera- Jiji, tiene razón. A ver le muestro la aguja, está nueva.
Pecarí- (tapándose sus ojitos) Yo le creo que está nueva y limpia, pero si la veo, me muero.
Enfermera- A ver, un piquetito…
Pecarí- No me avise! no me avise! (Mientras la enfermera inserta la aguja, Pecarí pone sus ojitos como si se estuviera chupando un limón más agrio que la reforma eléctrica).
Enfermera- Ya está. Ahora le voy a dar este colchoncito para que su manita lo presione y lo suelte, contando hasta 5 en cada ocasión.
Pecarí- No sé porque siento que no lo puedo hacer. No siento fuerzas en mi mano.
Enfermera- Claro que sí las tiene, ahora abra y cierra, abra y cierra.
Pecarí- (moviendo cada dedo en un rango de 1 centímetro) Esto es todo lo que puedo abrir y cerrar.
Enfermera- Tiene que hacerlo más fuerte, sino, no saldrá la sangre. A ver ayúdese con su otra mano.
Pecarí- (haciendo un esfuerzo titánico) ¿Así está bien?
Enfermera- Si, mucho mejor. ¿Quiere un juguito? Aquí hay todos los que se quiera tomar.
Pecarí- A ver páseme uno de manzana por favor. (Después de dos veces que la mano izquierda cerró el puño de la mano derecha, ésta última se le empezó a dormir a Pecarí, y con el miedo que traía, mejor dejó libre la manita derecha… no le dijo nada a la enfermera).
Después de un rato…
Pecarí- Oiga disculpe, ¿falta mucho?
Enfermera- A ver…mmm, ya le falta poquito. ¿Se siente mal? ¿siente mareos?
Pecarí- No, no siento nada, bueno ya me está empezando a dar hambre, y la temblorina de la pierna no se me quita.
Enfermera- Sí es cierto, y se le ve bien curiosito.
Pecarí- Es que me sobo y me sobo y nomás no baja.
Enfermera- Sí, sigue nerviosa. Cálmese, ya vamos a acabar.
Pecarí- Ay, pero ojalá que acabe pronto!.
Enfermera- Ya, ya está. 430 mililitros. Muy bien.
Pecarí- ¿Qué? ¿430ml? ¿Apoco a uno le sacan tanta?
Enfermera- Sí, ¿no sabía?
Pecarí- Uy, me acabo de enterar.
Enfermera- Bueno, eso es todo. Con este valecito va a la cafetería por su desayuno.
Pecarí- Excelente!

A las 10:00 de la mañana, mientras Pecarí se terminaba de comer su sándwich, suena su celular (todo ya está traducido al español):
Pecarí- Bueno?
Jefe- ¿Emi san?
Pecarí- Sí, ¿qué pasó? ¿En qué le puedo servir?
Jefe- ¿En dónde está?
Pecarí- En el Hospital Español, vine a donar sangre.
Jefe- Es que tiene reunión a las 10:00 y ya empezó a llegar la gente.
Pecarí- (Grita internamente mientras nadie la escucha: AAAAAAAAAAAAAAAAAHH!!!!) Ah! Es cierto! ¡LA reunión! En 20 minutos llego!
Jefe- Bueno, aquí la esperamos
En ese instante deja todo, paga en la caja y vuela a su bicicleta. Todavía no se sabe exactamente qué demonio correteó a Pecarí, pero en 15 minutos llegó a su oficina, se cambió, se arregló y entró a su reunión. Todo un tiempo récord.
La reunión salió bien. Pero la memoria de Pecarí empezó a fallar; en una de esas le preguntaron algo muy sencillo y primero pensó: “Madre santa, yo sé que puedo responder, yo sé que me están pidiendo algo rutinario, pero simplemente no me acuerdo, chale! ¿qué me está pasando? ¿Por qué no puedo acordarme de algo tan sencillo? Me siento bien rara, no sé cómo explicarlo. ¿Eso de ahí será un maletín o un duende?”, a lo que respondió “Discúlpeme, hace ratito fui a donar sangre, y por eso llegué tarde, y con el perdón de usted, no puedo responderle porque no me acuerdo. Le juro que le quiero responder, pero no sé qué me pasa”. Las amables personas de la reunión al presenciar esta escena, hicieron un muy reconocido esfuerzo por no reírse, y aparentar que todo es serio. Afortunadamente la reunión terminó bien y todos quedaron felices.
Luego de la reunión, a Pecarí le empieza a dar el bajón. Un poeta hubiera escrito: “Pecarí se pierde en el horizonte con esa mirada perdida, absorta en sus pensamientos”. Pecarí describe la escena así: "Me quedé viendo la ventana totalmente perdida, como si me hubiera echado un peyotazo, al darme cuenta de que me podían correr por estar papando moscas, traté de poner cara de que trabajaba. Pasaron 2 pajaritos y algo que se parecía a Mickey Mouse". Después de mandar un par de faxes siente que es necesario hablar con el jefe:
Pecarí- Disculpe Señor que lo moleste ahora que está usted muy ocupado.
Jefe- ¿Sí?
Pecarí- Como usted sabrá, fui a donar sangre en la mañana.
Jefe- Ah, sí, muchas gracias por su cooperación. Estamos muy agradecidos.
Pecarí- Al contrario, es un placer. Sólo que en estos momentos quisiera explorar la posibilidad de que usted me de permiso de descansar un poco, sólo por una hora.
Jefe- Ahh, ¿se siente poco mal?
Pecarí- Pues no exactamente como mal, la verdad no sé cómo describirlo. Es algo parecido al cansancio, y siento como si el piso se estuviera moviendo.
Jefe- Oh, como tsunami! Jejeje, sólo broma. No vaya a caer por favor! Mmmm... otra vez usa tacones tan altos. Es mejor tacón bajo cuando su estabilidad y gravedad no están bien.
Pecarí- Tiene usted toda la razón. La próxima vez me pongo otra cosa.
Jefe- Bueno, es importante que esté bien. Vaya a descansar a enfermería.
Pecarí- Muchas gracias, Señor.
Jefe- Vaya, vaya.

Y Pecarí se fue a dormir como a eso de las 12 del día.
Pero a la 1:30 empieza a sonar el microondas. ¡Es la hora de la comida! El “tin!” que hace el micro cuando termina de calentar despierta a Pecarí, y ella también se dirige a él para calentar su comidita.
3:00 a 6:00 PM. Durante 3 horas, Pecarí trató de trabajar lo mas “normal” posible, pero entre el cansancio y el desvarío, mandar un simple mail se volvía una tarea titánica. La crónica de estas tres horas no es conveniente que la escriba, ya que ni la misma Pecarí sabe a ciencia cierta qué partes son reales y qué partes fueron alucinaciones.
A las 6 de la tarde sonó la chicharra y especialmente en ese día, más que la musiquita de un simple reloj checador, ese sonido parecía el canto de las sirenas.
Como pudo, Pecarí se cambió y arrastró a su bicicleta para regresar a su casa. Pedaleó un poquito más lento de lo normal. Como todavía no entraba el horario de verano, ya para esa hora estaba algo obscuro.
A unos 200 metros antes de llegar a su casa, sobre la calle de Valladolid, los atinados empleados del cableado eléctrico público, tuvieron a bien dejar colgado uno de sus estéticos cables a poco menos de 2 metros del piso con un tremendo nudo al final.. Por supuesto, y como seguramente usted se está imaginando, efectivamente Pecarí en su deplorable condición, además de la oscuridad natural de la noche, no se dio cuenta de lo que había más adelante y se da tremendísimo ramalazo en su carita.

Amable lector, a pesar de todo lo que leyó usted aquí, es mi intención no espantarlo para que no done. Donar sangre es algo importante, noble y podría ayudar para que otro ser humano pueda vivir. Cuando se le presente la oportunidad, y si usted puede hacerlo, quisiera exhortarlo a que se anime... y luego me cuente cómo le fue.

jueves, abril 14, 2005

Evento de pasarela

Anoche, como a eso de las 7 y algo de la noche, Tucita, hermano de Pecarí le llama a esta última y que la invita al segundo aniversario de una agencia de modelos. El evento se llevó a cabo en uno de esos antros ubicados en el hipódromo, y pues hubo de todo.
Por supuesto hubo pasarela de mujeres y hombres, tanto en ropa normal como en traje de baño. Hacer una reseña de todo el evento no tiene mucho caso, así que Pecarí se limitará a citar algunas (sólo algunas) de las tantas escenas del día de ayer (y parte del de hoy). No están acomodadas en orden cronológico, y tampoco se especifica quién lo dijo exactamente, aunque en algunos casos es obvio.

(Escena traducida del japonés al español)
-Estas viejas de aquí enfrente son de la escuela y las llamamos super-bithces
-Híjoles, sí es cierto, se ven bien facilotas, es más se ven bien “kitsuneppoi”
-Jajajajajaja
-¿Apoco no tienen la K en la cara?
-Sí, sí es cierto.
-Oye, esta palabra de kitsuneppoi no existe, pero está re buena.
-Sí, hay que usarla!
-Ay, qué bonito es hablar de todo esto sin que los demás le entiendan a uno, caray!!!
-Sí, está muy bueno!
(Nota: kitsune= zorro o zorra; kitsuneppoi= zorrón o zorrona)

-Oye, ¿esta cosa que está pasando en la pasarela es un ser humano?
-Parece que sí.
-Madre Santa! Tengo miedo!

-Pérame que ahí me hablan!

-No manches! Qué trasero tiene esa vieja!
-Pero no tiene bubis y la neta no está tan bonita de cara.
-No me importa!

-Ah mira, ese trajecito me gusta.
-A mi no.
-Bueno, tú te quedas con la vieja y yo con el traje.
-Excelente!

-Esta se me hace que está de mojada en México, de esas que vienen de Europa del Este
-Sí, se me hace que no tiene papeles.
-A ver, grita que ahí viene la migra!
-La migra! La migra!

-No manches este tipo está tronadísimo. Me estoy empezando a acomplejar.
-No se me sienta mal, Tucita, tú tienes buen corazón y eres bien buena onda.

-¿Ya le viste la celulitis a esta vieja?
-Sí, se le nota cañón. Yo gracias al cielo tengo el jitensha-power! Mira nomás, pura calidad caray!
(Jitensha que se pronuncia Yitensha y significa bicicleta)

- Pásame un billete! Pásame un billete!!!

(En el coche, sobre Ejército Nacional, a velocidad rápida y sin otros coches cerca
-¿Qué estás haciendo?
-(Con una mano en el volante, y la otra por fuera) Soy Superman!! A ver ahora inténtalo tú.
-Soy Superman!!!
-Pero esto está todavía más cañón (saca la patita izquierda por la ventana).
-Nel, esto está mejor!!! (saca el trasero por la ventana).

miércoles, abril 13, 2005

Un piropillo

El día de ayer fue el cumpleaños de la Jefa de jefas. Por esta razón, terminando su jornada laboral, Pecarí se montó en su bicicleta y se dirigió a Tadaya, negocio de la Jefa de jefas para ir a darle su abrazo cumpleañero. En el trayecto, como en muchos otros, de vez en cuando recibe piropos y chiflidos, pero la mayoría son majaderos y otros totalmente trillados. Sin embargo, en la calle de Nuevo León, desde un local donde instalan estéreos y micas protectoras para los coches, le gritaron a Pecarí un piropo tan bueno que no podía aguantarse las ganas de inmortalizarlo en su blog. El gentil hombre, de generosa panza que asomaba por debajo de su playera, tomó todo el aire que sus pulmones podían almacenar y gritó cual centurión de mejores épocas: AAAAAAANA GUEVARAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Comprenderá usted, amable lector, que ante tal piropo Pecarí no pudo aguantar, y soltó tremenda risotada. De hecho se fue riendo todo el camino hasta Tadaya. Y es que por supuesto Pecarí respeta y sobre todo admira tremendamente a la Guevara, aunque quisiera preguntar, ¿cuál es la relación de la Guevara con el ciclismo?
No sé cuál es la respuesta de este misterio. Simplemente sigo sonriendo por el recuerdo de tan amable y jocoso piropo.

martes, abril 12, 2005

Anuncios clasificados

El otro día, mientras esperaba su turno en la larga fila de la caja del súper, Pecarí empezó a hojear una revista. Contrario a cualquier apuesta, tomó una de esas revistas de modas y chismes, que traen una de esas súper modelos en la portada, de ésas que parecen que van a dar el botonazo a la altura del pecho.
Todo iba bien hasta que llegó a la sección de los anuncios clasificados. En ese punto, y después de leer un par de estos anuncios soltó la risotada en plena fila, y los agentes de seguridad se pusieron alertas ante cualquier ataque terrorista. Estos anuncios tuvieron tal efecto que inspiraron a Pecarí para escribir la presente nota con sus propuestas para anuncios clasificados de revista de modas:
1)
Ciclista atrevida busca hombre para relación formal con posibilidades de matrimonio. Ofrece buena salud física y entretenimiento. Sólo para audaces!... y valientes...
2)
Chica tolerante, alegre, simpática, jocosa, buena onda, joven y bonita. Busco amigos de todo el mudo, preferentemente hombres. Preferentemente de la Ciudad de México. Preferentemente que vivan cerca de la colonia Roma. Preferentemente que sean heterosexuales y no tengan novia. Preferentemente que les guste dar masajes.
3)
Si lo deseas, puedo ser rubia o trigueña, aumentar o bajar medidas, blanca o morena, alegre o seria, sexy o conservadora. Tú sólo llámame y nos ponemos deacuerdo!
4)
Burócrata menor a 30 años busca relación sin papeleos ni complicaciones. Quisiera amigos de cualquier parte del mundo. Llama ya... pero ya!
5)
Mujer joven y bonita. Deseo relación formal basada en la honestidad y cariño. Sólo para hombres de buenos sentimientos y sinceros. Enviar respuesta a mi correo con foto reciente y verdadera. Si no tiene foto, ni se moleste.
Dígame usted, amable lector, ¿cuál propuesta cree que sea más exitosa? ¿Cuáles propone usted?

viernes, abril 08, 2005

Vacaciones en Yucatán (3/3)

A una hora y cachito de Mérida se encuentra la Reserva de la Biosfera de Ría Celestún (RBRC), a la que uno puede ir a visitar y maravillarse con las creaciones de la naturaleza. En este lugar se puede hacer un recorrido en lancha, del que hay 2 opciones, uno de dos horas y otro de una hora. También existe otra nueva opción que ecológicamente es mejor. JICA (Agencia de Cooperación Internacional del Japón) actualmente implementa un proyecto de conservación de humedales en la RBRC y entre sus actividades se encuentra el apoyo a mini proyectos productivos. Algunos de estos proyectos productivos son de ecoturismo, y uno de ellos es un recorrido en kayak por la ría. Este tipo de transporte es ideal para adentrarse entre los manglares, y observar aves. Por supuesto Pecarí no desaprovechó la oportunidad y se trepó al kayak con la Jefa de jefas y RV. Don Concho fue el amable señor que nos llevó.

Pudimos observar garzas, patos, un san martín pescador, cangrejos y varios peces. En eso en las aguas claras la Jefa de jefas exclama (ya todo traducido al español):
Jefa de jefas- Oh! ¿Qué es eso? Pero, pero si es fubu (pez globo)!!
Don Concho (leer con acento yucateco)- Ah sí, es pez globo. Todavía está chiquito.
Pecarí-Mira, allá hay otro y allá otros más. Son un buen!
Jefa de jefas-Ay que rico!!! Se me antojan mucho!
Don Concho- ¿apoco usted se los come?
Jefa de jefas (cara de enorme felicidad)- ¡Sí y crudo! Solamente poniendo salsa de soya y ya… muy rico así!
Don Concho (cara de espanto)- ¿cómo crudo?
Jefa de jefas- Sí, crudo, sin cocinar ni nada, sólo salsa de soya, y si puede, wasabi… mmmm. Fubu muy caro, pero muy muy rico. Sólo podemos comer pocas veces (suspiro).
Don Concho- Nosotros también lo comemos.
Jefa de jefas- EEEEEHHHHHHH!!!! Cómo!!!! Fubu muy peligroso! En Japón, cocinero necesita permiso especial! Muy pocos saben cortar, sino, se muere eh!
Don Concho- Sí, lo malo es el hígado, nomás se le quita y ya. Aquí le cortamos la carne de los lados y lo hacemos empanizado.
Jefa de jefas- ¿Comen empanizado?
Don Concho-Sí, y es muy rico.
Jefa de jefas- ¿Y no se mueren?
Don Concho-No
Jefa de jefas- Ahhhh empanizado… qué desperdicio!
Don Concho- Pero es muy rico. Y con mayonesa más. Aquí lo comemos seguido, porque hay mucho.
Jefa de jefas- Ahhh yo equivoqué. Tengo que mudar aquí.
Don Concho-Jijijiji… en vez de ecoturismo voy a vender pez globo a japoneses!
Jefa de jefas- Sí, usted puede hacerse muy rico! Todos quieren! ¿Pero seguro no ha muerto nadie?
Don Concho- No. Bueno, eso creo.

Más adelante en el paseo, entramos a través de una abertura entre los manglares a un ojo de agua. Actualmente lo están limpiando para que la gente se meta a nadar. RV exhorta amablemente a Pecarí para que se meta a nadar:
RV- Órale, aviéntate!
Pecarí- No manches, ¡cómo crees que me voy a meter! (en realidad sí tenía muchas ganas de meterse al agua, pero no traía su traje de baño puesto)
RV- Sí, el agua que sale del ojo está limpia y es dulce, ya no te hagas y métete!
Pecarí-Ahhh chales! ¡Tengo Miedo!
RV- Mira, el agua está limpia y no está tan profundo.
Pecarí- Tengo miedo! Tengo miedo! Además me da miedo que el piso esté baboso.
(La Jefa de jefas y Don Concho nomás se ríen)
RV- Ya échate, desde aquí te cuidamos.
Pecarí-Pero ¿qué? ¿a poco me meto así con ropa?
RV- Con el calorón que está haciendo orita te secas rápido.
Pecarí- Sí, verdad? Órales, aquí voy!!!
SPLASH!!!!
Pecarí-Ah! Ah! Ah! Está fría, y siento algo baboso que pasa x mi patita!
RV- No pues ahora nádale, ya suéltate del kayak
Pecarí- Tengo miedo! Está súper baboso aquí abajo!
Jefa de jefas- Ya suelta kayak y nada!
RV- ándale, sino, a qué vinimos?
Pecarí- bueno, aquí voy! Pero ya sé, voy a nadar de perrito.
RV- eso no es nadar de perrito, nomás te andas revolcando en el agua!
Pecarí- ohh chales! No se me ponga exigente!

Posteriormente tomamos un tour de la reserva y nos dirigimos a ver flamencos. Debido a la temporada ya no nos tocaron muchos, pero al fin se le hizo a Pecarí ver flamencos de verdad.
Por la noche los 3 paseantes cenaron en el centro y platicaron mucho. Por supuesto caminaron por todas las tiendas de souvenirs para comprar los regalos de todo mundo. Curiosamente muchas artesanías son elaboradas en la Ciudad de México, en Puebla y en otras regiones del centro. A la mañana siguiente, la Jefa de jefas y Pecarí tomarían el avión de las 7:00 AM para regresar a la Ciudad de la Esperanza.

Increíblemente el vuelo de Aviacsa no tuvo contratiempos y para las 9 de la mañana todos llegamos (claro, como arañas fumigadas), a esta enorme ciudad.
Notita técnica- La verdad es que para este post quería ponerle unas fotos muy lindas, pero esto de la tecnología no es para Pecarí. Lleva intentándolo 2 días, pero este reto supera sus capacidades técnicas. Próximamente espera publicar el presente post con las respectivas fotos. Hasta ese momento, se agradece su amable paciencia.

miércoles, abril 06, 2005


Show de luz y sonido en Chichen Itza. La luna se veia increible, fue lo mas bonito del show. Si usted opina que la foto se ve algo pinatona, hubiera visto el show! Posted by Hello


Pecari toma las energias cosmicas del Astro Rey, mientras se aprecia en el fondo parte del efecto de la serpiente en las escalinatas. Posted by Hello


Muestra de como se analiza profundamente el estrato arqueologico de la zona.  Posted by Hello


Aqui la Jefa de Jefas y Pecari suben la piramide de Kukulkan. Previamente la habian subido por dentro, a traves de un tunel. Previo a esta foto, tambien se visitaron los 2 cenotes del lugar. Note como la sonrrisa empieza a verse un poco falsa. Posted by Hello


Esta es Pecari posando frente al observatorio (que no se ve) al principio del recorrido. Notese que la sonrisa en ese punto todavia no es actuada. Posted by Hello

martes, abril 05, 2005

Vacaciones en Yucatán (2/3)

Viernes 25 de marzo, 2005.
07:03- Pecarí amanece con venganza de Moctezuma. Nunca se supo si fue por el jugo del 100% Natural, la marquesita o el tembeleque del avión. A Pecarí le da la temblorina y suda frío. La Jefa de jefas la anima y despavila, ya que nada arruinaría sus vacaciones.
08:10- La Jefa de jefas muy feliz y Pecarí como araña fumigada, bajaron al lobby del hotel donde RV las esperaba para ir a desayunar y luego ir a Chichén. Desayunaron en una fondita del centro, en donde Pecarí pidió unos huevos rancheros y su respectivo tecito de manzanilla. El antojo de los huevos rancheros lo traía desde el 18 de marzo, día de la revisión médica anual de la oficina.
10:44- Llegada a la zona arqueológica de Chichén Itzá. Pecarí todavía siente los latigazos de la Venganza. Inicio del trayecto bajo el espléndido sol de Yucatán, a 44°C.
11:00 a 14:50- Nota cultural: una de las principales atracciones de Chichén es la figura de serpiente que se forma en una de las escaleras de la pirámide de Kukulkán gracias a la sombra de uno de los costados de la pirámide. El mejor momento para ver este fenómeno es en el equinoccio de primavera, en donde los triángulos de la serpiente se ven exactos. Aunque habían pasado unos días del equinoccio, a nosotros todavía nos tocó una buena vista.
Recorrido por la zona arqueológica. La jefa de jefas insistió en intervalos de 30 minutos que, según uno de sus amigos japoneses, a las 3:00 de la tarde se podría ver parte del efecto de la serpiente en pirámide de Kukulkán. Por ende, a esa hora tendríamos que estar en la pirámide a esa hora. Hasta esa hora, se intentó observar cada edificación del lugar y visitar también los 2 cenotes, sin embargo uno nomás no podíamos encontrarlo y el mapa que teníamos era de una guía japonesa del 96. Al fin dimos con el famoso cenote y cuál fue nuestra sorpresa que está muy profundo y sucio. Enorme decepción. Seguimos caminando y visitando construcciones y locales con souvenirs y artesanías; los precios carísimos, a todos nos quieren ver la cara de turistas japoneses, que por cierto abundaban en la zona. Había tantos que Pecarí llegó a la conclusión de que el japonés es el idioma universal turístico.
Subimos 2 veces la pirámide de Kukulkán, una por dentro, a través de un túnel y luego por fuera. La Jefa de jefas ya nomás veía estrellitas y Pecarí no se quedaba atrás. Comimos en el buffet del lugar, que cuesta $50 pesitos. Si uno quiere comer en otro lado, hay que salir y recorrer un buen tramo para llegar a la comunidad donde hay diversos lugares, pero el recorrido es largo y caminando francamente uno no llega y menos con el calor.
Luego de comer, la Jefa de jefas y Pecarí se sentaron frente a la pirámide para ver el efecto de la serpiente. En una de esas se recostaron para hacer un profundo análisis del suelo arqueológico.
19:15- Luego de papalotear, visitar todos los locales de artesanías y pues hacerse patito lo más que pudieron, hicieron fila los 3 visitantes para ver el espectáculo de luz y sonido. La Jefa de jefas y Pecarí ya tenían la experiencia previa de Luz y Sonido de Teotihuacán, que francamente es impresionante. En el caso de Chichén Itzá, el show es más bien como una de esas clases de historia de la era prehispánica de la secundaria, con voces con actuación súper forzada, y en donde el texto que van leyendo no tiene mucho que ver con el juego de luces sobre las estructuras. En una de esas, la Jefa de jefas de plano se durmió. Pecarí no podía ver bien el show porque la persona de adelante usaba un sombrero norteño, y cuando le pidió que se lo quitara, el joven estaba pues algo cabezón.
20:10- Fin del show. Muchos nos quedamos con cara de “¿Qué? ¿Esto fue todo?...Chales!”
20:23- Inicia regreso a Mérida sin contratiempos importantes.

Espere en Vacaciones en Yucatán (3/3) la visita a Ría Celestún, y el regreso a la Ciudad de la Esperanza.

Notita- Durante el recorrido en Chichén Itzá, Pecarí notó que muchas edificaciones ya están prohibidas para que se suban los turistas, básicamente por su deterioro. Este deterioro es el resultado natural del tiempo y las ñeradas de ciertos individuos que desean acceder a la posteridad, marcando en la piedra anuncios como “Pedro estuvo aquí” o “Te amo Rosita”. Bueno, el caso es que cada vez habrá menos oportunidad de visitar ciertas joyas de la arquitectura antigua, y esto no sólo pasa en México. Lo que Pecarí quiere decir es que hay que valorar lo que tenemos y aprovecharlo ahora, y aunque no quiere sonar a anuncio de tarjeta de crédito, no cabe duda, LA VIDA ES AHORA.

lunes, abril 04, 2005

Nota religiosamente bicicletera

El otro día Pecarí llegó en bicicleta toda sudada a su humilde departamento en la Colonia Roma, después de una ardua jornada laboral. Después de jugar con la gatita Suki, cenar y hacer otros menesteres se fue a dormir. Esta es la crónica de lo que soñó:
Pecarí se ve entre nubes, la imagen es un poco borrosa y de repente aparece una enorme luz, que ciega a Pecarí. Ella se tapa los ojitos y trata de ver la extraña figura que emite esta luz…
Pecarí: Santo cielo! ¿Pero qué es esa figura? (En ese instante abre los ojos a más no poder) … Pero, pero si es el mismísimo Máximo Dios Bicicletero!!!
Máximo Dios Bicicletero (favor de leer con voz grave, pausada y con efecto de eco)- Sí Pecarí, soy el Máximo Dios Bicicletero!! (efecto de trueno).
Pecarí- Chales! ¿estaré soñando o ando ebria y no me acuerdo?
Máximo Dios Bicicletero- No, Pecarí, claro que estás soñando. Ya no me aparezco cuando la gente anda ebria porque luego no se acuerda de lo que hablamos.
Pecarí- Guau! Oye y te puedo hablar de “tú” o tiene que ser de “usted”?
Máximo Dios Bicicletero- Preferiría que fuera de “usted” para que mantenga mi credibilidad, pero si te sientes más cómoda, puedes llamarme de “tú”.
Pecarí- Orales! No lo puedo creer! Pero, ¿por qué te me apareciste? ¿Quieres que haga algo en especial?
Máximo Dios Bicicletero- Acudí a ti porque siempre me rezas y eres muy devota.
Pecarí- Sí, a diario te agradezco el trasero que tengo, aunque siempre te pido que me bajes lonja también.
Máximo Dios Bicicletero- Sí, en ese aspecto eres muy inconforme.
Pecarí- Pues es que si no puedo ser alta, al menos hazme buena.
Máximo Dios Bicicletero- Hija, tampoco me pidas milagros, yo también tengo mis límites.
Pecarí- Ay, en la torre! No me digas que vienes a decirme que me escoges para ser la madre del hijo del Máximo Dios Bicicletero!
Máximo Dios Bicicletero- No Pecarí, ese tipo de milagros están reservados para otras entidades superiores como el Espíritu Santo. Además a ti no te escogería.
Pecarí- Ay que alivio! Oye, aprovechando que ya estás aquí, ¿no puedes hacer algo por el clima? Con eso del cambio climático global a cada rato llueve y me mojo mucho, pero lo peor son las granizadas…¿no puedes hacer que llueva más tarde o en la madrugada o algo así?
Máximo Dios Bicicletero- Híjoles, eso está muy difícil, porque el encargado de eso es Tlaloc, pero desde hace unos años unos hippies han estado haciendo rituales raros y le han dado hongos alucinógenos de Oaxaca y Peyote del chido. Desde entonces Tlaloc se nos ha puesto bien locote. Ahora sí que no puedo ayudarte.
Pecarí- Uy mano! Bueno, entonces ¿puedes hacer que más automovilistas se vuelvan ciclistas?
Máximo Dios Bicicletero- Ay hijita mía. Desde hace mucho he pugnado por eso, pero en la escala de los 007 cielos, el Máximo Dios de los Combustibles Fósiles está más cercano al Mero Mero, y además cuenta con mayor número de oficinas representativas en cada una de las plantas maquiladoras de autopartes en el mundo.
Pecarí- ¡Pero tú cuentas con San Armstrong, que ahora vende reducciones de tiempo en el purgatorio en forma de pulseritas!
Máximo Dios Bicicletero- Sí, pero el 80% de la gente que las usa las ha comprado a través de la piratería y pues ya a mí me llega bien poquito.
Pecarí- Újules, Máximo Dios Bicicletero, no es mala onda, pero entonces para qué me contactaste. ¿No quieres que más bien haga algo por ti? ¿Quieres que en El Blog de Pecarí convenza a la gente de que se trepe a la bicla?
Máximo Dios Bicicletero- Pues mira, la última vez que le pedí eso a alguien, varias señoras de generoso tonelaje se compraron sus bicicletas fijas y la usaron sólo un par de días y ahora todos los días me reclaman que siguen gordas. Mi escritorio está lleno de quejas porque siguen gordas… pero ¿uno qué puede hacer?
Pecarí- Chale! Osea que simplemente de los dos no se hace uno.
Máximo Dios Bicicletero-No hija mía. En esta ocasión he venido a traerte un precioso regalo porque eres fiel al ciclismo.
Pecarí- Ay, Máximo Dios Bicicletero, la última vez que fui fiel me fue del nabo. Mejor nomás dime a qué viniste y ya…
Máximo Dios Bicicletero- Bueno, debido a que honras el espíritu bicicletero, y te enorgulleces de él, he venido a premiarte informándote con los números ganadores de la lotería del viernes!!. (Efecto trueno doble)
Pecarí- No manches en serio!!!!
Máximo Dios Bicicletero- SI!!! Pero primero tienes que prometer que ya no serás tan cafre ni le aventarás la lámina a los peatones.
Pecarí- Te juro que ya no lo vuelvo a hacer! (nótense los dedos cruzados de Pecarí) Alguna otra cosa?
Máximo Dios Bicicletero- Mmmm, creo que no, todo lo demás te lo permito.
Pecarí- Excelente!!! A ver pásamelos
Máximo Dios Bicicletero-Mira, los números son
RRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
Pecarí- Ah, chales, que mala onda! Es el despertador!

viernes, abril 01, 2005

Vacaciones en Yucatán (1/3)

En esta semana santa, Pecarí invitó a la Jefa de jefas a pasar unos días en Yucatán, para que se desestrese y visite sus tan anheladas pirámides de Chichén Itzá. Obviamente la intención de todo este viaje era para hacerlo “inolvidable”, y vaya que lo fue.
Día 24
10:00- Pecarí deja a Suki en la pensión. Ambas se ponen muy tristes y no se quieren separar.
10:45-Jefa de jefas recoge a Pecarí.
11:30-Regreso a la casa de Pecarí (se le olvidaron unas cosas)
12:00-Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Checar boletos y documentar maletas. En la ventanilla de la aerolínea estaban usando una computadora que ni siquiera a Pecarí le tocó, una en donde el monitor y el CPU son una sola cosa y el monitor es monocromático verde, con opción a que sea monocromático ámbar. El diseño era altamente sesentero. A Pecarí le empieza a dar miedo.
12:20-Jugo en el 100% Natural de naranja con mango, papaya, manzana, nuez y miel para endulzar. La Jefa de jefas saluda a varios conocidos japoneses que también van de viaje.
12:50-Abordando el avión… en el clon de pesero aeroportuario. Debido a que el vuelo sería operado por Aerocalifas (mejor conocido como Aerocalifornia), nos mandaron a algún recóndito lugar del aeropuerto. Pecarí no estaba segura si ese lugar era todavía aeropuerto.
13:00- El asiento que le toca a Pecarí tiene suelto el colchoncito en donde uno pone su trasero. No sé si era para que tuviera un espíritu bailarín durante el viaje. Además la aerolínea emite mal unos boletos y no sabían cómo acomodarnos. Total, la Jefa de jefas y Pecarí se sientan hasta adelante.
13:10-El vuelo de Aerocalifas con destino a la capital de la hermana República de Yucatán inicia. El avión, de aerodinámico y moderno diseño e interiores de principios de los setentas, arranca a toda velocidad (corrijo, a toda la velocidad que el pobre avión podía). El avión no se eleva mucho. Después de unos segundos, las casas todavía se ven bastante cerca. De repente como que no quiere seguir hacia arriba y se da unos bajones.
13:17-Pecarí, junto con el resto de los pasajeros sienten algunos órganos internos a punto de salirse por la boca. Algunos pasajeros internamente se confiesan ante el Señor, que tanto geográficamente como espiritualmente ya lo sentían cerca.
14:03-Después de servir bebidas y botanas, las aeromozas limpian y echan spray aromatizante en el carrito de servicio. Lo hacen a un ladito de la Jefa de jefas y de Pecarí, porque no hay lugar.
14:30- Aterriza el avión en el aeropuerto internacional de Mérida. No se atravesó ningún venado ni faisán. Pecarí siente un poco revuelto el estómago, y su sentir al parecer fue compartido.
14:38- En la banda maletera, la maleta de Pecarí fue la primera en salir. No sabía si era una señal de que en este viaje algo pasaría.

Después del vuelo, pasó por nosotras un amigo que para términos prácticos llamaremos RV. Dejamos las maletas en el hotel y fuimos a comer a Eladio’s (cantina muy famosa y familiar de Yucatán). La Jefa de jefas se impresionó mucho al notar que después del grupo en vivo la gente empezó a cantar en Karaoke, canciones como Cielo Rojo y otras muy muy mexicanas. El Karaoke es un enorme éxito en Mérida, cosa que no ocurrió en la Ciudad de México.

Luego fuimos a Puerto Progreso, donde remojamos los piesecillos en el mar y disfrutamos un hermosísimo atardecer. Comimos unas ricas marquesitas, que son básicamente una especie de taco de crepa rellena de queso de bola holandés. Muy sencillo pero muy rico.
Caminamos por el malecón en donde hay muchos puestos con artesanías y otras curiosidades. Pecarí quería hacerse un tatuaje de henna con forma de gatito, pero no se le hizo.
Regreso a Mérida sin incidentes.

En la próxima entrega “Vacaciones en Yucatán (2/3)”, lea cómo la Jefa de jefas, RV y Pecarí redescubren Chichén Itzá.