El Blog de Pecarí

martes, abril 05, 2005

Vacaciones en Yucatán (2/3)

Viernes 25 de marzo, 2005.
07:03- Pecarí amanece con venganza de Moctezuma. Nunca se supo si fue por el jugo del 100% Natural, la marquesita o el tembeleque del avión. A Pecarí le da la temblorina y suda frío. La Jefa de jefas la anima y despavila, ya que nada arruinaría sus vacaciones.
08:10- La Jefa de jefas muy feliz y Pecarí como araña fumigada, bajaron al lobby del hotel donde RV las esperaba para ir a desayunar y luego ir a Chichén. Desayunaron en una fondita del centro, en donde Pecarí pidió unos huevos rancheros y su respectivo tecito de manzanilla. El antojo de los huevos rancheros lo traía desde el 18 de marzo, día de la revisión médica anual de la oficina.
10:44- Llegada a la zona arqueológica de Chichén Itzá. Pecarí todavía siente los latigazos de la Venganza. Inicio del trayecto bajo el espléndido sol de Yucatán, a 44°C.
11:00 a 14:50- Nota cultural: una de las principales atracciones de Chichén es la figura de serpiente que se forma en una de las escaleras de la pirámide de Kukulkán gracias a la sombra de uno de los costados de la pirámide. El mejor momento para ver este fenómeno es en el equinoccio de primavera, en donde los triángulos de la serpiente se ven exactos. Aunque habían pasado unos días del equinoccio, a nosotros todavía nos tocó una buena vista.
Recorrido por la zona arqueológica. La jefa de jefas insistió en intervalos de 30 minutos que, según uno de sus amigos japoneses, a las 3:00 de la tarde se podría ver parte del efecto de la serpiente en pirámide de Kukulkán. Por ende, a esa hora tendríamos que estar en la pirámide a esa hora. Hasta esa hora, se intentó observar cada edificación del lugar y visitar también los 2 cenotes, sin embargo uno nomás no podíamos encontrarlo y el mapa que teníamos era de una guía japonesa del 96. Al fin dimos con el famoso cenote y cuál fue nuestra sorpresa que está muy profundo y sucio. Enorme decepción. Seguimos caminando y visitando construcciones y locales con souvenirs y artesanías; los precios carísimos, a todos nos quieren ver la cara de turistas japoneses, que por cierto abundaban en la zona. Había tantos que Pecarí llegó a la conclusión de que el japonés es el idioma universal turístico.
Subimos 2 veces la pirámide de Kukulkán, una por dentro, a través de un túnel y luego por fuera. La Jefa de jefas ya nomás veía estrellitas y Pecarí no se quedaba atrás. Comimos en el buffet del lugar, que cuesta $50 pesitos. Si uno quiere comer en otro lado, hay que salir y recorrer un buen tramo para llegar a la comunidad donde hay diversos lugares, pero el recorrido es largo y caminando francamente uno no llega y menos con el calor.
Luego de comer, la Jefa de jefas y Pecarí se sentaron frente a la pirámide para ver el efecto de la serpiente. En una de esas se recostaron para hacer un profundo análisis del suelo arqueológico.
19:15- Luego de papalotear, visitar todos los locales de artesanías y pues hacerse patito lo más que pudieron, hicieron fila los 3 visitantes para ver el espectáculo de luz y sonido. La Jefa de jefas y Pecarí ya tenían la experiencia previa de Luz y Sonido de Teotihuacán, que francamente es impresionante. En el caso de Chichén Itzá, el show es más bien como una de esas clases de historia de la era prehispánica de la secundaria, con voces con actuación súper forzada, y en donde el texto que van leyendo no tiene mucho que ver con el juego de luces sobre las estructuras. En una de esas, la Jefa de jefas de plano se durmió. Pecarí no podía ver bien el show porque la persona de adelante usaba un sombrero norteño, y cuando le pidió que se lo quitara, el joven estaba pues algo cabezón.
20:10- Fin del show. Muchos nos quedamos con cara de “¿Qué? ¿Esto fue todo?...Chales!”
20:23- Inicia regreso a Mérida sin contratiempos importantes.

Espere en Vacaciones en Yucatán (3/3) la visita a Ría Celestún, y el regreso a la Ciudad de la Esperanza.

Notita- Durante el recorrido en Chichén Itzá, Pecarí notó que muchas edificaciones ya están prohibidas para que se suban los turistas, básicamente por su deterioro. Este deterioro es el resultado natural del tiempo y las ñeradas de ciertos individuos que desean acceder a la posteridad, marcando en la piedra anuncios como “Pedro estuvo aquí” o “Te amo Rosita”. Bueno, el caso es que cada vez habrá menos oportunidad de visitar ciertas joyas de la arquitectura antigua, y esto no sólo pasa en México. Lo que Pecarí quiere decir es que hay que valorar lo que tenemos y aprovecharlo ahora, y aunque no quiere sonar a anuncio de tarjeta de crédito, no cabe duda, LA VIDA ES AHORA.