El Blog de Pecarí

jueves, abril 21, 2005

De compras!

A principios de mes, Pecarí fue invitada a la fiesta de cumpleaños de una amiga. El evento sería el sábado 2. Vio su guardarropa y dijo: “esto no está nada bien. Con lo que hay aquí no pesco ni la tos!... tengo que ir de compras!” Así pues se dirigió al almacén de prestigio ubicado en la calle de Durango, a escasas cuadras de su hogar.
Ya dentro del lugar empieza a ver y escoger algunas prendas, y cuando se echaba al brazo la quinta blusa (junto con las 6 faldas y 2 chamarras), una amable vendedora se le acerca y he aquí la conversación:
Vendedora-¿Le puedo ayudar en algo?
Pecarí-Ay qué bueno que viniste, tienes que ayudarme! Al rato tengo una fiesta y tengo que ir ¡espectacular! Así como para conseguir novio.
Vendedora-(pone cara de “ay en la torre”) ¿y cómo qué busca?
Pecarí- Cualquier cosa con lo que ve vea más alta, más guapa, más buena y sobre todo más buena onda.
Vendedora- (sus ojos reflejan un profundo “ya perdí mi comisión”) Bueno, mire, si quiere ir sexy, tiene que ir con minifalda. Está muy de moda.
Pecarí- Sí caray, con una blusita bonita. Mira, la verdad es que no me interesa mucho andar a la moda. Lo que quiero es verme bien guapa y que todos digan ¿quién es esa reina de allá? .Mira, ya llevo todo esto pero como qué otras cosas tienes?
Vendedora- (haciendo un tremendo esfuerzo por no reírse) A ver mire, de este lado hay más cosas.
Tanto la vendedora como Pecarí se pasearon por una muy buena proporción de la tienda hasta que llegaron a los vestidores con ambos brazos llenos de cuanta prenda se puede usted imaginar: blusitas sin mangas con lentejuelas, conjuntos de minifalda en rosa y verde manzana, chamarras de mezclilla, minifaldas de todos los colores y formas, etc., etc. No quiere leer la lista completa.
Vendedora-Bueno señorita, estoy aquí afuera por si necesita algo.
Pecarí-Sí, muchas gracias.
Después de un rato en el que Pecarí se probó casi todo…
Vendedora- (Al abrirse el vestidor primero suspira por ver tanta ropa tirada que al rato tendría que recoger, y sin querer se le sale un “ay”) Señorita, está todo bien?
Pecarí- (vestida en un conjunto como de tipo pana en rosa, y con cargo de conciencia por el “ay” de la vendedora) Ay mira, este conjunto está muy bonito, pero el saco me queda como corpiño de secundaria y la falda se me cae y se me ve todo, y ni modo de dar show gratis. Y mira, esta otra falda está bonita pero no me queda, está muy grande. Con esta parezco teibolera, y con esta otra parece que traigo un trasero de 80 kilos. Esta blusa de plano no me queda y esta no me gustó, me veo bien ñoña. Esta otra está súper linda pero me ahorca las axilas, ¿la tienes en mediana?
Vendedora- A ver ahorita le checo. ¿Y lo demás?
Pecarí- Esta faldita de mezclilla está bonita pero si estornudo se me van a ver las anginas. Esta blusa verde con rosa me encantó, pero como que no me cierra, como que voy a dar el botonazo y sacarle un ojo a alguien. Con esta otra me veo hecha un tamal mal amarrado, y así no voy a conseguir novio. Esta chamarra me encantó, las mangas me quedan larguísimas, pero me hace una cinturita bien bonita, así como si de veras tuviera y no me apachurra nada, esta sí me la llevo y nomás le doblo las mangas.
Vendedora- Sí, esa chamarra está muy bonita. Bueno entonces ¿se lleva esta, verdad?
Pecarí- Sí, ahora sólo me falta una blusita y la falda, y como la chamarra es de mezclilla, estaría chido hacer el conjunto con una chiqui chiqui falda de mezclilla también. A ver, vamos a ver las falditas que tienes!
Así pues, Pecarí vestida en el conjunto que no le quedaba, y con todas las etiquetas de fuera, salió con la vendedora y regresaron nuevamente al vestidor con 9 faldas. Todas de diferentes modelos y marcas.
Pecarí se las prueba todas y se decide finalmente por una recta sin muchos adornos. También se lleva una blusita rosa sin mangas con lentejuelas al frente. Posteriormente recoge toda la ropa y la acomoda en sus ganchos (pudo más el cargo de conciencia).
Vendedora- Entonces ¿esto sería todo señorita?
Pecarí- Sí, muchas gracias, en serio muchas gracias.
Vendedora- ¿Cómo es su forma de pago?
Pecarí- Débito
Vendedora- ¿No desea contar con la tarjeta de crédito de la tienda?
Pecarí- Híjoles, si con débito compro así, con crédito me vuelvo loca…
Vendedora- (nomás se ríe) Bueno está bien. Firme aquí por favor.
Pecarí- Claro… Agh! Ya es tardísimo en 15 minutos pasan por mi!!!