El Blog de Pecarí

lunes, abril 18, 2005

El tormento de las gomitas Frugelé

Había una vez un hermoso país llamado Chile. Sus habitantes vivían pacífica y agradablemente entre el desierto más seco del mundo y icebergs con pingüinos. La gente pesca corvinas gordas y los turistas se deleitan con sus mariscos, vino y salmón.
Un buen día de verano, se acerca una extraña creatura a un supermercado. Su rostro muestra una determinación casi infernal, sus pezuñas se plantan firmes bajo el aire acondicionado del lugar. Y después de una pausa, Pecarí camina directo al pasillo de los dulces y golosinas.
En el anaquel yacían apacibles las bolsas de los diferentes caramelos y bombones, pero sin pensarlo, Pecarí arranca 4 bolsas de las más grandes que encontró de su tesoro más preciado: Las Gomitas Frugelé.
Las deliciosas gomitas de diferentes colores temblaron y se preguntaron con miedo: ¿qué creatura nos está llevando de nuestra apacible vida de anaquel con tanta desesperación?
Luego fue obscuridad para las gomitas por un par de días. No se habían dado cuenta cuando vieron la luz que estaban en tierras aztecas. Dos bolsas fueron vaciadas en un campo de concentración de vidrio. Cada gomita con su propia envoltura brillante trató de acomodarse lo mejor que pudo. En eso una gomita limón gritó: "oh no! Ahí viene Pecarí!", y sin pensarlo Pecarí se devoró un par de gomitas de frutilla (así le llaman a las fresas allá). La gatita Suki también quiere comer lo que Pecarí come. Un manzana dice: "pero qué crueldad, ahora le da un pedazo de una gomita amarilla a su gato, y el gato lo escupe... esto es demasiado". Limón se ofrece para proteger a sus compañeros, pero la pezuña es demasiado grande y en un puñado se lleva a todos sus vecinos. Su apetito es insaciable.
Cuando llegó la noche era tanta la devastación entre las gomitas, que las envolturas cubrían toda la mesa. La gatita Suki jugaba con una envoltura naranja, y esto terminó de indignar a las delicias chilenas.
Todas se organizaron y armaron una revolución dentro de Pecarí.
Al darse cuenta Pecarí de la masacre que había organizado, y de sentir la revolución, se llenó de compasión y firmó un trato con el embajador manzana: de ese momento en adelante sólo comería hasta 3 gomitas al día. Todos quedaron felices y dio pie para que esta historia continuara por un tiempo más.
Nota real:
Efectivamente en Chile venden estas gomitas llamadas Frugelé, que son muy buenas (muy, muy buenas). Cada gomita tiene su propia envoltura y venden bolsas medianas y grandes en los supermercados. Pecarí es sumamente fan de estas golosinas y este post es sólo un pequeño tributo a las muchas cosas buenas que tiene Chile. Por supuesto hay también muchas cosas muy buenas de otros países, que iré contándoles más adelante.

2 Comments:

  • Gracias por tu historia de las Frugele, realmente me encanto xDDDDD

    PD: Yo tambien soy fan de esas gomitas

    By Blogger BreadWave, at 10/9/09 2:08 p.m.  

  • Excelente redacción, entretenido de leer y por dios qué buenas son las gomitas frugelé!

    By Anonymous Diego, at 22/4/18 8:59 p.m.  

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