El Blog de Pecarí

martes, agosto 09, 2005

Aventura en Hidalgo o desvariando barato

Este sábado que pasó vino a la Ciudad de México un amigo muy querido de tierras Salchichonias (Alemania), el nunca bien ponderado Sr. Queso Santillán, bien acompañado de su novia. Kofy y una servidora fuimos por ellos al “aigropuerto" que por cierto con todas las obras que se están realizando parece aquello que la merced tiene más orden.
La niña Vi con su novio nos alcanzaron pa cenar en la gloriosa Lupita Yuk unos tacos y de ahí a dormir en la Queso-casa para dirigirnos al otro día a la casa de campo de la familia Santillán en un poblado del Estado de Hidalgo, Mixquihua-no se qué. El camino de ida fue de aproximadamente dos horas, que incluyeron muchas anécdotas, chistes, botanas, las nunca faltantes albureadas, una bolsa de tunas y muy buena música provista por una cosa rara que traía Vi.
En este punto, quisiera hacer un pequeño paréntesis. El estéreo del automóvil de una servidora está descompuesto, ya que alguien le fregó unas partes de la carátula. A la madrecita de esta persona le envío un cordial saludo. Vi traía una cosa cuadrada blanca que conectamos a unas pequeñas bocinas que proporcionó amablemente el Kofy y esa fue nuestra fuente de música. Pecarí opina humildemente que una cosa blanca de ese tamaño con el dibujo de una dona y que guarda cientos de horas de música no puede ser obra más que del diablo.
En fin.
Llegamos a una deliciosa barbacoa acompañados del Clan Santillán. Después de un rato nos acompañó también el Sr. Esteban Martínez.
Mucha barbacoa, muchas fotos, muchas risas, mucho albur, muchas tunas y muchas chelas (también conocidas como cervezas). Un día espiritualmente muy productivo.
Llegaron las 8:30 de la noche, momento en que Vi, Kofy, el Sr. Esteban Martínez y Pecarí emprendieron el regreso a la capital mundial del albur. La situación en esos momentos era la siguiente:
1) Después de los tacos de la Lupita y la barbacoa de borrego, el estómago de Pecarí acostumbrado a una dieta más vegetal y frutícola empezaba a hacer estragos. Pecarí no sabía si lo que sentía era una revolución o de plano un golpe de estado.
2) El Pecarimóvil estaba siendo conducido por alguien que no tenía licencia de manejo y olvidado los papeles del seguro en quién sabe dónde. (Espero que ninguna autoridad lea esto).
3) El Pecarimóvil carecía de retrovisor derecho.
4) Pecarí nunca había estado en ese lugar, pero confiaba en la sagacidad y memoria del Sr. Martínez.
5) Pecarí había ingerido “algunas” chelas, de cuyo número honestamente no recuerda. Pero les jura que se sentía bastante bien.
Resumen: situación deplorable.
Obviamente el Sr. Martínez, bajo los influjos de las chelas y el tequila tuvo una pequeña confusión geográfica haciendo que el rojo Pecarimóvil se perdiera en las carreteras de Hidalgo. Cuando veíamos gente, mandamos al Kofy a que preguntara por el camino... mala idea. El largo camino que se le hizo eterno a Pecarí empezó a afectarle desde el principio y su cerebro tuvo que recurrir a una de las políticas proteccionistas más nocivas que hay: el desvarío barato.
Comentar todos estos desvaríos baratos no sólo es imposible, sino que es anti-moral, por lo que sólo se citan los siguientes:
-Mientras pasábamos por un camino de terracería en medio de la nada, a obscuras con campos de maíz a un lado, aquello parecía un capítulo de los ya extintos X-files, en los que estaba a punto de salir un ovni o el chupacabras.
-Analizamos la manera en que cómo un par de glúteos podría romper la cáscara de una nuez. Eso sí que sería poder.
-En una parte del camino, el objetivo era llegar a una refinería que nos conduciría a la carretera hacia México. Conducir guiados por las luces, el fuego blanco de las chimeneas y el humo radioactivo parecía un auténtico cuadro de Dalí. El cuadro se completa con una enorme ave que pasó frente a nosotros...bueno esperamos que haya sido un ave.
-En un punto dado, los enormes sauces formaban un túnel en el camino de terracería que hacía parecer aquello escenario de película de horror. Justo ahí, una casa solitaria donde no tuvimos más remedio que bajarnos a preguntar. Le recé a los santos para que no nos recibieran con una sierra eléctrica.
-Una enorme construcción industrial en color rosa nos obligaba a pensar que en su interior trabajaban enanos y extrañas criaturas a esas horas de la noche, liderados por Tim Burton.
-Axel Rose está cantando dentro de la caja blanca con la dona…tengo que cantar a todo pulmón con él!
-Chales! Ya me dio comezón en el trasero, ¿cómo le haré para rascarme sin que nadie se dé cuenta?

Pasada la media noche, el Pecarimóvil entró en la Ciudad de México y encima se cumplió el destino de la Cenicienta y todos nos hicimos calabaza. Atrás, Vi y el Sr. Martínez (este último el 90% del camino), jetonsísimos. El Kofy, de copiloto, desvariando baratamente con una servidora. Afortunadamente el aguante bicicletero se hizo presente e impidió accidentes automovilísticos.
Ya no quiero volver a Mixqui-no se qué.

3 Comments:

  • ¿?


    Que pedo con esos comentarios?????



    Bueno aparte... que chida anecdota jajajaja la cajita blanca segun tu descripcion era una iPod mini jeje que bueno que se la pasaron chido

    By Blogger ilytch, at 9/8/05 9:20 p.m.  

  • Si la IPOD es creación del diablo. APPLE ES EL DIABLOOOO!!!!... tonces... que será IBM... El cielo... o pero aún.. MICROSOFT jajajajajaja


    Me rei mucho... jajjaja Cherto cherto.. por algúna razón, se te quitan las ganas de ir a Mixqui algo.. jajajaj

    By Blogger Roheas_Delight, at 10/8/05 1:57 p.m.  

  • Un par de aclaraciones:

    1-era un Ipod normal

    2- Mixquiahuala no es tan malo (incluso se ven las estrellas de noce), el problema es regresar de noche y sin guia

    3- es Sthepan (o algo asi), no esteban

    4- si el desvario fue cabron, aunque recuerdo uno peor probocado por un insignificante dulce

    By Blogger stormbringer, at 11/8/05 1:17 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home