Pecarí se cayó

Hace rato, a las 9:40 de la mañana aproximadamente, el Jefe y Pecarí salieron de la oficina para ir a una reunión. El chofer venía atrás mientras bajábamos las escaleras para ir al estacionamiento. Afortunadamente el Jefe se adelantó por lo que (Gracias a Dios) no le tocó ver cómo Pecarí en su faldita de florecitas y tacones de 10 centímetros se cayó en las escaleras, por andar papando moscas. Como que intentó meter las manos y hacer una caída lo más decorosamente grácil posible, pero al dar el trancazo y deslizarse unos escalones más abajo, no pudo evitar soltar la risotada porque fue muy sincera y aceptó que francamente su actuación fue como la de un hipopótamo en tutú. Lo siguiente, fue una profunda preocupación porque el Jefe no se haya dado cuenta del ridículo que acaba de hacer su subalterna y de que el chofer que venía detrás no le haya visto los calzones, quien por cierto, muy amable y caballerosamente ayudó a esta humilde e inútil servidora a levantarse.

Pecarí aterrizó sobre sus espinillas y manos. Espero sinceramente, amable lector, que usted nunca haya sufrido de un golpe en las espinillas, ya que es un lugar particularmente muy doloroso para sufrir accidentes. Y si ya los ha tenido, puede comprender esta nota de mejor manera.

Al preguntar el chofer si estaba bien, Pecarí respondió con todo el dolor tanto físico como vanidoso que todo estaba bien (hasta bajó las escaleras sin ayuda y con una actuación de "Oscar" de "Todo es bello y maravilloso"). Obviamente por dentro se estaba muriendo del dolor, pero como afortunadamente no fue nada grave, pensó que del moretón no iba a pasar.

Durante el traslado y la reunión, Pecarí no se revisó las piernas aunque le dolían tremendamente... quiso aplicar la de "ojos que no ven, corazón que no siente", pero basada experiencia, le puede decir que para estos casos no sirve mucho. En el traslado de regreso ya se revisó y no hay nada fuera de su lugar.

Una vez más, Pecarí no pudo evitar preguntarse (como todos los días lo hace): ¿Por qué estas cosas siempre me pasan a mí?