La Ciudad de la Esperanza

El actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como "El Peje") le puso el slogan de "La ciudad de la esperanza" a esta enorme ciudad. Salgo a la calle, y veo cientos y miles de personas caminado, yendo al cine, pagando seguros médicos, trasladándose a sus trabajos, hablando por celular, sacándose un mocasín, etc. Todos tenemos esperanzas, deseos y sueños. A Pecarí le da mucha curiosidad conocer las esperanzas y sueños de los demás; por lo pronto se limita a enlistar algunas de sus esperanzas y deseos (próximamente a ser enviados a Santa Clós):
1. Un día cercano se me aparecerá Aragorn del Señor de los Anillos y me dirá: Pecarí, ayúdame, Arwen se me puso gorda y fea! y yo le contestaré: estoy a tus órdenes, mi rey!
2. Bill Gates sacará al mercado una pastilla para que cuando uno se la tome, le entienda a todos sus inventos.
3. Obtendré la tarjeta de crédito Super Madame Loaeza Deluxe: sin comisiones, sin intereses, sin límite de crédito, sin NIP, sin buró de crédito y sin tener que pagar.
4. Un ejecutivo de una importante revista y/o periódico leerá este humilde blog, y al sorprenderse de la cantidad de lectores que no demandan a Pecarí, la contratará para escribir una columna.
5. Una aerolínea volverá a perderme una maleta, y Pecarí la hará tanto de jamón, que me regalarán un boleto mágico sin caducidad que podré usar cuantas veces quiera para ir a cualquier parte del mundo (incluye pago de hotel). También me darán un muy jugoso cheque por mi maleta perdida... la cual sólo contendrá unas sandalias, notas viejas y una toalla para que haga bulto.
6. Un día compraré un boleto para un sorteo. Ganaré una casa con jardín y un coche último modelo (en automático porque no sé manejar standard, y preferentemente en color rojo). No soy exigente con el modelo.
7. Un día que salga del trabajo en bicicleta, un auto me va a dar un golpe (muy muy leve, en el que no me pase nada más que un moretón), se bajará el conductor, que no será otro más que el secretario de Hacienda, y estará tan apenado que hace un trato con Pecarí: Pecarí no dice nada y a cambio no vuelve a pagar impuestos en toda su vida.
8. Dentro de poco tropezaré con la lámpara maravillosa de Aladino, y el genio me concederá 3 deseos que Pecarí usará así: a) Comprender y hablar el idioma gatuno para hablar con la gatita Suki, b) Eliminará la terrible epidemia que aqueja a los deliciosos mariscos chilenos (para poderse dar un atascón de erizos) y c) Pedirá otros 3 deseos.
9. El puesto de películas piratas en el metro insurgentes al que siempre voy mantendrá forever su promoción 1x15 pesitos, 2x25. Toda una ganga! (Nota importante: el amable joven que me vende las películas tiene por sobrenombre "el pirata", por eso sus películas también se llaman así).

A pesar de que todas las esperanzas y sueños anteriores tienen una tonalidad bastante egoísta, Pecarí también tiene la esperanza de cosas más superiores no sólo para ella misma, sino para toda la humanidad, como amor, paz, salud, felicidad, alegría, justicia y libertad. Y es la esperanza de Pecarí poner un pequeñísimo granito de arena al tratar de que la gente dibuje una sonrisa en su carita.

Querido lector, ¿Qué esperanzas tiene usted?